Cumplí otro sueño de mi vida. Soy Open Water Diver.
Ya puedo bucear en cualquier agua del mundo con mi tarjeta PADI, que me la enviaron desde Suiza.
Mi instructor me enseño las múltiples técnicas del mundo acuático. "No te olvides de la ley de Boyle Mariotti", me decía en la clase teórica.
En mi primera inmersión oficial bajamos mas o menos 15 metros.
Fue un espectáculo en las profundidades, encontrar peces de varias especies, tortugas, pulpos, sepias.
Ha sido la mejor sensación que tuve en los últimos tiempos y también con poder respirar bajo el agua.
A partir de ese contacto, aprendí, mas que antes, lo cuanto la fauna y flora marina merecen cuidados especiales por parte de la humanidad.
Es un mundo bastante perfecto, amenazado de desaparecer.
Un día puede ser muy tarde para corregir los errores.
Ya puedo bucear en cualquier agua del mundo con mi tarjeta PADI, que me la enviaron desde Suiza.
Mi instructor me enseño las múltiples técnicas del mundo acuático. "No te olvides de la ley de Boyle Mariotti", me decía en la clase teórica.
En mi primera inmersión oficial bajamos mas o menos 15 metros.
Fue un espectáculo en las profundidades, encontrar peces de varias especies, tortugas, pulpos, sepias.
Ha sido la mejor sensación que tuve en los últimos tiempos y también con poder respirar bajo el agua.
A partir de ese contacto, aprendí, mas que antes, lo cuanto la fauna y flora marina merecen cuidados especiales por parte de la humanidad.
Es un mundo bastante perfecto, amenazado de desaparecer.
Un día puede ser muy tarde para corregir los errores.
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